
No nos habíamos dado ni cuenta y ya llevábamos una semana de viaje, qué rápido pasa el tiempo cuando estás disfrutando tanto 🙂 La Mother Road cada día nos gustaba más, queríamos que el tiempo pasara más despacio porque estábamos disfrutando como enanos descubriendo cada milla de esta gran carretera. Hoy abandonaríamos Oklahoma para adentrarnos en Texas y terminar durmiendo en New México. Además este día conoceríamos al indiscreto Harley, nos comeríamos un buen chuletón en el Big Texan Steak Ranch y cruzaríamos el punto medio del viaje, estaríamos más cerca de nuestro destino final, Los Ángeles.
Después de nuestro ritual mañanero, y tras pegarnos un desayuno continental en el Motel Sleep Inn & Suites de Elk City (John aprendió a usar la máquina de hacer wafles y esa mañana creo que cayeron 4 entre los dos jajaja, a nuestro favor diremos que eran finitos 😛 ), pusimos rumbo al National Route 66 Museum (2717 W 3rd St), que se encuentra en esta misma ciudad y se conoce popularmente por tener una señal gigante de la ruta en su entrada. Su horario es de 9 am a 7 pm, y cuesta 5$ por persona; nosotros no entramos, con verlo por afuera nos bastó, ya que la verdadera ruta está ahí en cada km de esa carretera.

Este día venía cargado de paradas muy guays, estábamos en las entrañas de América. El primer pueblo que nos encontramos fue Sayre, famoso porque en él está el Western Motel y el gran búfalo Spirit of the West. No nos entretuvimos mucho haciendo fotos porque teníamos unas ganas locas de llegar a Erick para visitar el famoso City Meat Market y poder conocer a Harley, un auténtico «redneck» de la Ruta 66 junto a su ya fallecida mujer Annabelle. Erick es un pueblo de apenas dos calles, con semáforos que cuelgan de un hilo y con una población estereotipada, ¿conocéis a Cletus de la serie de los Simpson con sus dientes amarillos y sus tantos hijos? pues tal cual 😛 Al llegar al City Meat Market estaba cerrado… no había señal de Harley por ningún lado… le llamábamos, tocábamos al timbre, pero no aparecía… 🙁

Después de más de media hora esperando y dando vueltas a ver si aparecía, decidimos irnos… pero de repente escuchamos un silvido a lo lejos, des de una casa tan destartalada como la tienda. Echamos un vistazo y era Harley !!! La sonrisa se dibujó en nuestras caras y fuimos corriendo hacia allí. Resulta que el pobre hombre no haría mucho que se había levantado y estaba desayunando jejeje, nos invitó a ver su casa (una auténtica locura, llena de cachivaches, coches llenos de latas de cerveza, una bañera en el jardín, carteles de todas las formas y colores… ), y después de hablar un rato con él y conocer a su simpático chucho, nos fuimos para la tienda. Mientras él sacaba aún más carteles y los colocaba, nosotros recorríamos cada rincón de ese inconfundible e indescriptible lugar. Nos llamó mucho la atención la cantidad de fotos que tenía de su mujer por todo… y nos removió bastante por dentro, se notaba que la echaba de menos, además continuamente la mencionaba. Nos hubiese encantado conocerlos a los dos.
Nos sacó una bandera de España y nos dedicó unas palabras para todos vosotros 🙂 Las podréis escuchar en el vídeo que hay al final del post. Sin duda, una de las mejores paradas de la ruta, de esas que cuando te vas, subes al coche y tienes sentimientos encontrados de cariño, alegría y pena. Una vez ya en casa, cuando recordamos la 66 nos acordamos de este gran momento.

Bien contentos, subimos al coche, pusimos la música a tope, bajamos las ventanillas para sentir el aire en la cara y nos fuimos rumbo a Shamrock. Ya nos adentrábamos en el estado de Texas, donde todo se vuelve más árido, empezamos a ver camionetas con cuernos enormes en la parte delantera y el calor apretaba cada vez más. En Shamrock visitamos la famosa gasolinera Conoco Tower Station and U-Drop Inn Café (101 East 12 th St; en la intersección de US Highway 83 y la Historic Route 66). Desviándote un poco de la ruta, encontrareis la gasolinera Magnolia (la ubicación sale en la App de la ruta), vaya sobredosis de gasolineras llevábamos!! jajaja Se nubló un poco el día, amenazaba tormenta y se levantó un aire muy fuerte. Con este tiempo llegamos a Mc Lean, donde vimos la famosa Phillips 66 que se encuentra en mitad del pueblo. La verdad que aunque veas cien gasolineras, cada una de ellas te sorprende 🙂

Volvimos a la carretera hasta llegar a Groom, justo a la entrada del pueblo está The Britten Leaning Water Tower (I-40 Route 66), que se trata de una torre de agua inclinada que en sus inicios servía para llamar la atención de los conductores para que acudieran al restaurante que había justo debajo. Actualmente, ya no existe dicho restaurante, y la torre se ve desde la Historic US 66, donde puedes apartarte al arcén para hacer una foto de esta característica atracción. En este pueblo también hay una famosa cruz blanca gigante a la que dudábamos si llegarnos o no y al final decidimos que sí. Es un lugar religioso, con representaciones de la pasión de cristo a tamaño real, la verdad que el lugar está muy bien cuidado y llama bastante la atención. Además tiene baños públicos y limpios, que para tantas horas de carretera está bien saberlo.

Unas millas más y llegamos a Conway, donde en un desvío a mano izquierda encontramos el famoso The Bug Farm, que consta de varios escarabajos Volkswagen semienterrados al estilo del Cadillac Ranch. La verdad que el lugar da un poco de miedito porque la zona está bastante abandonada. Justo al lado hay una gasolinera hecha polvo a lo más estilo The Walking Dead, y que por cierto, no dudamos en acercarnos. Empezábamos a tener un hambre de perros y pusimos la directa a Amarillo, a su famoso restaurante de carne asada, The Big Texan Steak Ranch. Al lugar no le falta detalle, camionetas con cuernos, americanos con botas de vaquero y sombrero, ¡ah! y sus pipas en el cinturón jejeje vamos, algo a lo que nosotros no estamos nada acostumbrados. El Restaurante está ambientado en un salón del oeste, los platos son gigantes y la comida está buenísima, al menos a nosotros nos gustó bastante. Nos pedimos unos filetes de carne de vacuno con ensalada y patata asada que nos supieron a gloria!!

Además en este restaurante, tienen un reto, que consiste en comerse un Steak de 72 onzas y su guarnición; si decides que quieres hacerlo, te suben a una mesa que hay en una tarima y al lío! Si lo consigues no pagas el plato y te hacen una foto en la mega silla de la foto de arriba, si no lo consigues, te toca pagar los casi 100$ que cuesta jajajaja ¿Quién se atreve? Estos Americanos… Casi rodando llegamos al coche y pusimos rumbo al famoso Cadillac Ranch (I-40 Frontage Rd), un lugar que teníamos muchas ganas de ver con nuestros propios ojos. Ir al tanto no os lo paséis, porque está en medio de un campo de maíz. Has de dejar el coche en la carretera y atravesar una especie de puerta corredera para meterte en un camino de tierra que te lleva hasta allí.

Como había llovido la noche anterior estaba todo embarrado, y no podíamos acercarnos mucho, pero el lugar es increíble, muy chulo, es en plan ¿Que hacen ahí esos diez Cadillacs enterrados? Fue en 1974 cuando un millonario de Texas decidió plantarlos allí, y des de entonces se han vuelto una obra de arte viva, ya que no pasa un día en que estos no sean pintarrajeados con nuevos graffitis, así que cuando vayas no te olvides de comprarte un bote de Spray para dejar tu huella!! (nosotros que somos muy confiados pensamos que alguno habría por allí lleno, y tuvimos suerte! pero por si acaso). Por cierto, Bruce Springsteen le dedicó una canción a este emblemático lugar de la Ruta 66. Después de disfrutar haciéndonos fotos y pintando los Cadillacs pusimos rumbo a Adrian, el famoso pueblo que marca la mitad de la Ruta 66.

Estábamos solos, así que trípode en mano nos dispusimos a inmortalizar el momento. En el mismo lugar encuentras el cartel de Midpoint, que te indica que estas a 1139 millas tanto de Chicago como de Los Ángeles (estos son lugares en los que te pega un subido al ver que lo estás logrando), el Midpoint Café, donde hacen unos batidos de oreo buenísimos jejeje y la tiendecita The Antique Ranch, que tiene una ranchera en la entrada llena de firmas de la gente que pasa por allí y una bandera de la Ruta 66. Vuelta al aire acondicionado del coche pusimos rumbo a Tucumcari, adentrándonos así al estado de New México.

Fueron bastantes millas las que recorrimos hasta aquí, unos 120 km del tirón, así que aparcamos el coche y nos bajamos a ver todos los lugares dedicados a la Ruta 66 de esta ciudad. Empezamos por el motel The Blue Swallow, típico de las pelis americanas, nos encantó. Justo enfrente está la tienda Tee Pee Curious, con su famosa forma de Tee Pee por su puesto, y donde paramos a comprar un par de carteles de la Ruta 66 que nos salieron muy bien de precio! Por cierto al entrar en New Mexico retrasamos el reloj una hora 🙂 Allí cerca también hay un famoso mural, Lowe’s Super Market, que se encuentra en la intersección de la Ruta 66 con la 2nd Street. Después de este agradable paseo volvimos al coche, y a las afueras de la ciudad, por la Historic US 66, pasas por el Monument to the Mother Road, donde no dudamos en bajarnos y hacer un par de fotos.

El camino hasta Santa Rosa se nos hizo eterno, porque olvidamos poner gasolina e íbamos en reserva, y en los 90km de carretera no había ni una gasolinera!!! Vaya agonía… CONSEJO: no dejéis nunca que el depósito baje de la mitad 😛 En esta ciudad está el museo del automóvil, Route 66 Auto Museum – que cuesta 10$ la entrada por persona, y un restaurante mítico, el Comet II Drive Inn. No nos entretuvimos mucho porque nos quedaban dos horas hasta Santa Fé, y como ya era casi de noche (anochecía sobre las 19:30h / 20h) cogimos la autopista para darnos más prisa, aún así llegamos al Motel 6 de noche (HOTELES RUTA 66 + WEST COAST), pero increíblemente satisfechos, otro día más que había sido increíble.
¡Qué día más chulo pasasteis! Qué guay encontraros a gente tan interesante por la ruta 🙂
Siiiii fue increíble chicos!! La Ruta te sorprende cada instante!! Un besazo!!