¡Bienvenidos al paraíso familia! Si has llegado a este post, en primer lugar te queremos dar la enhorabuena, seguro que estas viviendo el viaje más increíble de tu vida, ser mamá o papá, y eso si que es brutal. Nosotros también nos hemos iniciado en esta aventura en el año 2021, y ahora a nuestras aventuras por el mundo se ha unido un pequeño explorador, Max. En el post de hoy os venimos a enseñar 12 planes que podéis hacer en Mallorca acompañados de vuestro/a peque, tanto en verano como en invierno, así que ¡a disfrutar!
1. Pasear por el centro histórico de Palma y conocer su catedral.

La capital de la isla, Palma, tiene un centro histórico de calles empedradas, arte urbano y construcciones históricas. En este post os vamos a contar cuales deben ser tus imprescindibles en la ruta por el centro. Puedes hacer el recorrido con cochecito perfectamente.
Partiendo de la Plaza de España, os podéis dirigir hacia la Calle de San Miguel, que os llevará hasta la Plaza Mayor. De ahí podéis seguir hasta la Plaza del Ayuntamiento y bajar a los Jardines de la Reina, que os acercarán a la Catedral «La seu» y el Parque del Mar (ideal para hacer un picnic, tomarse un helado o pasar un rato jugando en el parque con mejores vistas de la isla).

Tras disfrutar de este lugar como se merece, podéis observar junto a «La Seu», el Palacio Real de la Almudaina. En los alrededores, por un bonito paseo entre palmeras, podéis acercaros hasta el Museo de Arte Contemporáneo de «Es Baluard». Allí observareis un paisaje de postal de «la riera», torrente que desemboca al mar y se cuela por la ciudad.
Para continuar con el recorrido, podéis bajar por Jaime III y visitar el «Paseo del Borne», lleno de tiendas y restaurantes de todo tipo. Terminaremos el recorrido dirigiéndonos al «Paseo de las Ramblas» para finalizar nuestro recorrido en la Plaza de España de nuevo, tras subir por la calle de los Olmos.

Si haces este recorrido en verano, encontrarás más turistas, más negocios abiertos y una ciudad muy activa y ajetreada. Si por el contrario lo haces en invierno, encontrarás una ciudad más tranquila, hogareña y llena de magia en el mes de Diciembre.
2. Visitar el Castillo de Bellver y hacer una mini excursión hasta sus parques.
Una de las fortificaciones más curiosas de la edad media se encuentra a tres kilómetros del centro de Palma. El castillo de Bellver está situado sobre una colina a 112 metros de altura, dominando la bahía y gran parte de la isla. Es peculiar porqué es el único en España y el más antiguo de Europa en tener una planta en forma circular, junto con cuatro grandes torres orientadas hacia los cuatro puntos cardinales. Se puede visitar todo el año, menos los lunes, y la entrada cuesta 4€ para mayores de 14 años (o 2,5€ si eres residente en Mallorca). El horario de visita es de 10h a 18h, excepto los domingos, que es hasta las 15h.
Aunque el castillo se encuentra en el bosque de Bellver, también lo está sobre una cima que cuenta con unas vistas panorámicas inmejorables. Desde él se puede ver la ciudad, el puerto, la Serra de Tramuntana y toda la zona del Pla de Mallorca. Si aparcáis aquí, podéis bajar dando un bonito paseo por el bosque a sus parques. NO os aconsejamos llevar cochecito, mucho mejor el porteo, por la inestabilidad del terreno.
El Parque del Castillo de Bellver más chulo es el «Parque Polvorín», se restauró e inauguró en el mes de diciembre de 2021 y es una auténtica pasada para los más peques y no tan peques. Es un parque de arena y de gravilla dividido en dos alturas. Toda la infraestructura está hecha con madera, integrándose perfectamente en el entorno.En el primer nivel encontraréis la Tirolina y elementos para lo más peques como cabañas, juegos de equilibrio, arenero, columpio de red, tubo de conversación… a nuestro peque le encantó. Se puede acceder al segundo nivel a través de uno de sus 4 toboganes (nosotros nos tiramos con Max y disfrutamos como enanos), o a través de la rampa / escaleras. En esta parte, hay elementos indicados para niños más mayores, y el suelo es de gravilla.
También hay mesas de picnic, pero pocas la verdad, así que nosotros nos llevamos nuestra manta, la pusimos en el suelo y merendamos al solecito tan ricamente antes de iniciar la excursión de vuelta al coche.
3. Perderse por Valldemossa, el pueblo con más encanto de la isla.
Como ya os hemos comentado en otros posts de la isla, Valldemossa es uno de nuestros pueblos favoritos de la Sierra de Tramuntana. Se tarda apenas unos 15 minutos en llegar desde Palma centro, el parking para visitarlo es de pago, y aunque sus calles son solo peatonales (solo pueden circular residentes) y empedradas, se puede pasear con el cochecito perfectamente. Eso si, tienes que estar fuerte para subir y bajar sus cuestas.
Pasaréis buena parte de la mañana callejando por sus calles con encanto o saludando a sus preciosos gatitos que viven allí. En verano encontraréis algo mas de turismo que en invierno, donde podréis pasear por sus calles prácticamente solos.
No os podéis ir de allí sin probar su famosa «coca de patata» en Can Molinas y si es verano, refrescaros con el inigualable «granizado de almendra», ¡no lo encontraréis en ningún otro sitio! Los domingos por la mañana ponen un mercado en la calle principal del pueblo muy chulo.4. Conocer Sóller, su precioso recorrido en tren y el puerto marítimo.

Siguiendo la carretera de la Sierra de Tramuntana desde Valldemossa, en unos minutos más llegaréis a Sóller, considerado uno de los pueblos más bonitos de España. El centro histórico está caracterizado por su gran Catedral y su famosa calle «Sa Lluna», repleta de colorines y ambiente en los meses de verano.
La manera más romántica de llegar a Sóller desde Palma, es en un antiguo tren de madera que atraviesa montañas. La propia estación del ferrocarril, con su estilo modernista e intacto desde su construcción, te parecerá sacada de otro tiempo. Aunque si viajáis con peques, también os recomendamos realizar únicamente el tramo que va desde Sóller hasta el Puerto de Sóller. En este enlace tenéis toda la información para realizar vuestro paseo en tren.
Desde la estación de tren de Sóller sólo tienes que desplazarte unos metros para subir al tranvía que atraviesa l’Horta. Entre palmeras y naranjos llegaréis al Puerto de Sóller (Port de Sóller) y a una de nuestras zonas favoritas de la isla para pasear con los más peques.El puerto, además, es un buen lugar para contratar una excursión marítima que os lleve a recorrer la costa, es ideal para dar un paseo, sentarse a jugar en la arena o contemplar la relajada vida de la gente local. Incluso podéis acercaros hasta el faro de cabo Gros y disfrutar de sus vistas al atardecer.

A nosotros nos encanta ir por la tarde en verano y comer un helado artesano en «Fet a Sòller«, o aprovechar las mañanas de sol en invierno para pasear prácticamente solos por tan bellísimo lugar.
5. Un rato de compras, parques infantiles y tiovivo en Mallorca Fashion Outlets.
A solo 10 minutos de Palma, Mallorca Fashion Outlet reúne a más de 100 de las principales marcas de moda y estilo de vida nacionales e internacionales en un fantástico entorno. Es un recinto al aire libre, al más puro estilo americano, cuidado al detalle. Nos encanta ir con nuestro peque a pasear, ya que en cada estación del año lo decoran de manera especial, creando un entorno realmente mágico.
Disponen de parking gratuito, cafeterías, restaurantes con terrazas y las mejores salas de cine de la isla con fantásticos descuentos todas las semanas, además de una gran oferta de ocio para los más peques.

Encontraréis un gran parque al aire libre para los más peques, tiene un tiovivo vintage precioso en la gran plaza central, una nave entera de camas hinchables, camas de bolas… y un karting muy chulo ¡el paraíso de los más peques!
6. Excursión a Sa Calobra, un mini roadtrip con vistas de película.
Sa Calobra es un impresionante conjunto de dos genuinas playas de Mallorca, refugiadas entre pronunciados acantilados rocosos, y divididas por el Torrent de Pareis en la costa noroeste de la isla. La carretera para llegar a Sa Calobra no es apta para personas que se marean con facilidad, pero el paisaje de alrededor es tan asombroso que se ha convertido en una de las playas más populares a las que visitar, especialmente durante los meses de verano. Aunque si vais en invierno en un día soleado, también lo disfrutaréis muchísimo.
Tras la aventura de llegar, las playas son ideales para un día de relajación total, en el que sentiréis haber desconectado, si consigues ignorar la congestión de gente de los meses de julio y agosto. Llevar todo lo necesario para vuestro bebé, ya que una vez allí, al ser un paraje tan remoto, hay pocos servicios. Aunque nunca os faltará un restaurante donde poder conseguir agua y algo de comida a precios nada económicos.
7. Comer una buena hamburguesa con patatas en Badal Corner.

¿Fans de las buenas hamburguesas gourmet? ¡Nosotros también! Por eso si venís a la isla, no podéis olvidaros de hacer una parada en este lugar. Lugar de encuentro en el que disfrutar de buena comida, buena música y amabilidad. Además tienen múltiples opciones para los alérgicos al gluten como yo.
Eso sí, prepárate para salir rodando cuando termines de probar semejante delicia, porque no te puedes ir de ahí sin pedir sus famosas patatas de boniato ¡Max solo pensarlo se le hace la boca agua! Los más peques son más que bien recibidos y siempre que vamos allí nos sentimos como en casa.
8. Visita a primera hora del día al Caló d’es Moro y Cala S’almunia.
Seguro que si has buscado ya algo de información de la isla, te habrá salido la foto de una de las playas más impresionantes, es Caló d’es Moro ¡y es cierto! Pero también lo es el hecho de que no es la playa más ideal para pasar el día con peques, por ese motivo os planteamos un plan diferente para que la podáis visitar sin las aglomeraciones que la caracterizan, pero llevándoos el recuerdo de haber estado en uno de los paisajes de postal de nuestra isla.
Tenemos dos requisitos importantísimos: si vas en los meses de junio, julio o agosto ¡madrugad!, intentar iniciar la excursión desde el parking alrededor de las 9h, así además de la calor, evitaréis estar acompañados de una centena de turistas más.

El otro imprescindible que os comentaba es el porteo, para llegar tanto a Cala S’almunia como al Caló d’es moro, no os recomendamos para nada llevar carrito, ya que tendréis que pasar por un camino de piedras, escaleras infinitas y una especie de acantilado para llegar a ellas.
La excursión de ida y vuelta a ambas playas dura aproximadamente 2h (con chapuzones y descansito incluído). La primera playa que encontraréis bajando unas escaleras infinitas es Cala s’almunia, y desde allí, caminando hacia la izquierda bordeando la costa, llegareis a un caminito de tierra y arena que os llevará al diamante del Caló d’es Moro.

En los meses de invierno, podrás disfrutar de este paraíso en absoluta soledad. Tened en cuenta que tanto en invierno como en verano, las playas no disponen de ningún servicio. Tras la excursión, podéis ir a pasar el día a Cala Llombards.
9. Adentrarse a un bosque encantado en Ses Fonts Ufanes.

Mallorca no son solo playas, y si venís los meses de otoño o invierno a la isla, debe ser una obligación conocer este lugar. Esta excursión tiene una duración de apenas 1h y es super fácil de hacer, ya que apenas hay desnivel.
Ses Fonts Ufanes son un monumento natural de la isla desde 2001. Se trata de una fuente natural de agua con afloramientos intermitentes que brotan de manera difusa entre las rocas, de caudal muy potente y repentina, después de la acumulación de lluvia, por lo que cabe recalcar que no siempre tienen agua. Normalmente brotan cuando ha llovido bastante y varios días seguidos. Pero aunque no haya agua, el lugar bien merece una visita.
Os aconsejamos portear a vuestro peque para realizar esta excursión, aunque el terreno no es muy pedregoso, no vemos viable hacerlo con cochecito. Llevaros una mantita y un buen picnic, y acomodaros en cualquier rinconcito que os guste para disfrutar de este entono de cuento de hadas.Para nuestro gusto, los mejores meses para conocer este lugar son de octubre a abril, y deberéis llegar con vuestro propio coche, ya que el transporte público no llega a este rincón de la isla. Dirigiros al pueblo de Campanet, y una vez allí, seguir las indicaciones a Ses Fonts Ufanes, depende del día en que vayáis, os será más o menos fácil encontrar parking (es gratuito), pero os aseguramos que merecerá muchísimo la pena 🙂

10. Día de playa en Puerto de Alcúdia o Playas de Muro.
La Playa d’Alcúdia es una extensa playa de arena blanca del norte de Mallorca situada a unos pocos kilómetros del Port d’Alcúdia y junto a la localidad medieval de Alcúdia, la cual no tiene nada que envidiar a ninguna del caribe. Siendo una de las prestigiosas playas de bandera azul de la isla, Playa d’Alcúdia se mantiene fuerte ante la limpieza y la sostenibilidad.
Con una extensión de casi 3,5 km de largo, esta hermosa playa ofrece algo para todo el mundo, y para nosotros, es la mejor, junto a Playas de Muro (que es su continuación), para pasar el día con los más peques de la casa. Es una playa popular entre los residentes locales y en especial entre los turistas, cuya mayoría se alojan en uno de los numerosos hoteles de primera línea de playa o de los alrededores, además es considerada una de las 20 mejores playas de Mallorca.

Dispone de buenas instalaciones con duchas, baños y vestidores, una zona de juegos especial para niños y, por supuesto, infinidad de deportes acuáticos como kayaks, SUP y velomares. También pueden alquilarse tumbonas y sombrillas para todo el día.
Algo que nos encanta es su arena blanca, sus aguas cristalinas y la poca profundidad que tiene, has de adentrarte mar adentro para que te llegue a cubrir, lo que la hace ideal para jugar con los peques en el agua sin pasar pena de que les cubra enseguida.

Si la visitáis en invierno un día soleado, encontraréis kilómetros y kilómetros de paraíso para vosotros solos, un lugar ideal para recargar de energía vuestra mente y vuestro cuerpo. En cambio, si la visitáis en verano, seréis afortunados al poder pasar un día de playa en una de las maravillas de Mallorca junto a vuestra familia.
Si no disponéis de vehículo propio, podréis acceder a ella desde la Estación Intermodal de Palma centro con la compañía de buses TIB. El trayecto dura alrededor de una hora y podéis sacar el billete allí mismo.

11. Día de playa con cena al atardecer en «Es Trenc».
La playa de Es Trenc es una de las playas de la isla más famosas, bonitas y recomendadas si vas a visitar Mallorca. También, cómo podéis imaginar es una de las más visitadas. Con sus aguas cristalinas y arena fina, constituye un excelente plan durante el verano para pasar un día en la playa.
Aunque a diferencia de la Playa de Alcúdia, no la recomendamos para pasar el día, ya que no tiene pinar con sombra, y estar todo el día bajo la sombrilla con nuestro peque sin ningún tipo de servicio, no os lo aconsejamos.
Por ese motivo, para nosotros el mejor plan es estar allí alrededor de las 18h de la tarde, para daros un chapuzón, disfrutar de este paraíso y preparar un picnic para disfrutar gratis de uno de los atardecer más espectaculares de la isla.Os recomendamos ir con vuestro propio coche y llevar todo lo que necesitéis para vuestro peque, incluida una mosquitera, ya que al atardecer se ponen peleones. Dispones de dos opciones donde aparcar (tema bastante complicado, todo sea dicho). Ya os avisamos de antemano, que en temporada de verano, has de pagar el parking, alrededor de 8€.
Puedes hacerlo en Ses Covetes, para lo cual debes dirigirte a Campos, y luego hacia Sa Rapita, donde cogerás la desviación hacia Ses Covetes – Es Trenc. Aquí deberás buscar el parking de pago, porque en la zona ORA es casi imposible.
La otra opción es dirigirte al corazón de la playa. Para ello, debes coger una carretera que empieza en el kilómetro 8,8 de la carretera MA-6040, y que pasa por una salinera. Más tarde, se convierte en una pista de tierra y termina en un parking de pago (este es el que nosotros escogemos, una vez en la playa, caminamos hacia la izquierda un par de metros y ahí plantamos la sombrilla 😛 ).

12. Vivir un atardecer inolvidable frente a las Islas Malgrat.
Las islas Malgrats, están compuestas de dos islotes, con una longitud aproximada de 2 kilómetros y unos acantilados de más de 60 metros de altura. Las islas se encuentran en el municipio de Calvià, en frente de la bahía de Santa Ponça.
En 1984, el ayuntamiento de Calvià inició el proceso de declaración de reserva marina de las islas Malgrats, que no fue concedido hasta mayo del 2004. Reconociendo de este modo el alto valor ecológico y pesquero de la zona.

Para disfrutar de un atardecer mágico en este lugar, tendréis que dirigiros hacia «Mirador las Malgrats» en Google Maps. Si vuestro peque es un poco más mayor como Max (11 meses) y adora los parques, justo antes de llegar hay uno con unas vistas espectaculares a las mismas, además es genial para nuestros bebés que todavía no saben caminar.
Nosotros solemos llevar una merienda, jugar en el parking y después ir al mirador caminando para ver el atardecer ¡y os vais para casa con un gustirrinín en el cuerpo maravillo de haber disfrutado un momentazo en familia!

Y hasta aquí nuestros 12 maravillosos planes para hacer con bebés en la isla de Mallorca. Esperamos que alguno caiga en vuestras próximas vacaciones y nos contéis que tal os ha parecido ¡estaremos encantados de leer vuestras historias!
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