Escapada Ruralka en Mallorca

Hacía un par de meses que no viajábamos, la rutina estaba implementada en nuestras vidas e iba siendo hora de romper con ella. Así que pensamos que había llegado el momento de sacar tiempo para nosotros, y qué mejor que hacerlo disfrutando de un fin de semana de desconexión en una casa rural en la isla de Mallorca, un paraíso todo el año, pero especialmente en esta época. Así que nos pusimos en contacto con Ruralka para vivir una experiencia diferente ¿Queréis saber más?

Ruralka no es una web de hoteles cualquiera, sino que ofrecen una selección cuidada de más de 200 alojamientos con encanto en España, Portugal, Colombia y México. Lo que les diferencia del resto, es que tienen como objetivo ofrecer una atención mucho más personalizada, en entornos naturales, específicos y extraordinarios, junto a una experiencia gastronómica especial, característica del lugar de visita.

Además, en su página, también podréis encontrar a parte de sus maravillosos alojamientos, servicios de spa, restaurantes y bodegas con mucho encanto, cosa que hace que se diferencien del resto de buscadores de hoteles. Nosotros teníamos muchas ganas de algo así, y cuando leímos su presentación supimos que habíamos dado en el clavo.

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Hotel Es Lloquet – The Secret Place

Contactamos con ellos vía mail (reservas@ruralka.com), tras pasar un par de días informándonos de todos sus alojamientos y experiencias en su web, y nos decantamos por el agroturismo «Es Lloquet – The Secret Paace», en la isla de Mallorca. Cabe destacar, que las Baleares son un paraíso, una opción que nunca falla si lo que quieres es desconectar y disfrutar de la vida isleña, sus playas y su gastronomía.

Antes de llegar, no pensábamos que la experiencia nos iba a gustar tanto, ya que acertamos al 100% con este hotel rural de lujo, se amoldaba perfectamente a nuestros ideales de un fin de semana de desconexión, contacto con la naturaleza, romántico y de calidad; a un precio asequible.

Si llegas a Mallorca tanto en barco como en avión, te encontrarás en el municipio de Palma, y deberás alquilar un coche o coger un taxi para llegar hasta él en unos 30 minutos, ya que se encuentra en el término municipal de Campos, al sudeste de la isla. Además está a tan solo 6km de una de las playas más bonitas de la isla, Es Trenc, zona de protección natural (el alojamiento facilita bicicletas para recorrer la zona).

Habitación doble superior con terraza y jacuzzi

Nada mas llegar, nos transmitió una tranquilidad enorme, es un recinto muy amplio, y lo que más nos gustó es que tan solo tiene capacidad de alojamiento para 34 personas, haciéndolo más familiar si cabe. Nos recibieron en la recepción (también tienen servicio de recogida en el aeropuerto), y tras hacer el check in y enseñarnos las instalaciones: dos piscinas enormes con zona de solárium y césped, pistas de tenis y padel, jardines, lagos, estanques, fuentes… nos llevaron a nuestra habitación.

Nos encantó ver que todas respetaban el estilo y la arquitectura típica de las Baleares: techos altos, habitaciones amplias, decoración tradicional… escogimos una habitación doble superior con terraza y jacuzzi tanto exterior como interior.

Vista panorámica del recinto

No dudamos ni un segundo en ponernos los bañadores y salir a una de las piscinas a relajarnos. Nos quedamos sorprendidos al ver que estábamos prácticamente solos, una gozada, parecía que estubieramos en nuestra casa.

Nos dedicamos a pasear por el recinto, hacernos fotos bonitas (John acaba de comprarse una cámara nueva y no dudó en practicar, el entorno lo pedía a gritos). Aunque parezca que está alejado de la civilización, tiene el pueblo de Campos a tan solo 5km con todos los servicios necesarios (supermercados, restaurantes, tiendas…).

Una de las piscinas

La verdad que nos quedamos encantados, necesitábamos una escapada así como agua de Mayo. Para celebrarlo, utilizamos el regalo de bienvenida que nos dejaron en la habitación, así que tuvimos una de esas conversaciones profundas de pareja, brindando con cava por lo simple, que es lo que importa, estar vivos, sanos y felices.

Dicen que la cara es el reflejo del alma

Habíamos reservado a las 21h para cenar en el mismo restaurante del hotel, ya que nos habían comentado que estaba todo delicioso, y aquí estamos para confirmarlo. Su cocina mezcla un estilo tradicional con toques modernos, utilizando productos de primera calidad y aprovechando al máximo la huerta de la isla y los productos de temporada.

De entrantes escogimos salmorejo y ensalada de queso de cabra con cebolla caramelizada y miel, para continuar con dos platos de pasta que estaban riquísimos. No nos atrevimos con el postre, porque nos quedamos muy bien, pero la carta ofrece una gran variedad.

Con las barrigas llenas, nos fuimos a la habitación para disfrutar de una velada romántica. Hacía una temperatura exquisita para tumbarnos en las hamacas de la terraza y relajarnos contemplando las estrellas, al estar alejado de la ciudad, rodeados de naturaleza, el cielo se ve espectacular sin ningún tipo de contaminación luminosa.

A la mañana siguiente, no pudimos esperar mucho para ir corriendo a disfrutar del desayuno, nuestra comida favorita del día, y nos quedamos alucinados al ver todo lo que había y la buena presentación que tenía. Este fue el único momento durante nuestra estancia, donde coincidimos con otros huéspedes.

El buffet del desayuno

En la misma sala donde lo sirven, hay una zona de lectura junto a una biblioteca antigua, donde se pueden encontrar libros en diferentes idiomas y guías de la isla ¿vosotros también sois de los que aprovecháis estas escapadas para nutrir la mente? Nosotros siii 😛

Aprovechamos para hablar con los trabajadores del lugar y nos comentaron que muchas personas quedan tan enamoradas del entorno que lo alquilan para la realización de eventos importantes: bodas, bautizos, comuniones, celebraciones familiares, reuniones de empresa, presentaciones, conciertos al aire libre, exposiciones…

Zona de la biblioteca

En conclusión, fue una experiencia genial, y que esperamos repetir pronto, ya que nos sirvió para cargar energías, desconectar y disfrutar. Totalmente diferente a lo que conocemos como un hotel tradicional, y que decir del trato, quedamos encantados des de el primer minuto tanto con Ruralka, como con el dueño y los trabajadores del hotel Es Lloquet. Si os ha gustado, no dudéis en visitar su página y aventuraros en una experiencia diferente 🙂

Las mejores cosas de la vida no son cosas

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