¡¡Ya estamos de vuelta!! Listos para contaros al detalle nuestra aventura por tierras egipcias. Ahora que ya tenéis toda la información crucial en los posts de «Itinerario del viaje», «Presupuesto» y «Guía de viaje», vamos a empezar con lo que más nos gusta… ¡¡Nuestro diario de viajes!! Esperamos que os sumerjáis con nosotros al máximo en esta experiencia y transmitiros todo lo que sentimos estando allí ¿Preparados para subir al avión?
Como casi siempre, empezamos nuestro viaje con un gran madrugón, pero de esos que hacen ilusión y que te tienen la noche entera inquieta en la cama. A las 06:20h del 20 de Octubre salía nuestro vuelo BCN- ROMA. Para que el billete nos saliera más económico, cogimos esta opción con escala.
Tras unas horas de espera en el aeropuerto, subimos a nuestro segundo avión con destino final: El Cairo. Pese a que los billetes fueron económicos, y los vuelos fueron bien, encontramos que los aviones de Alitalia estaban en bastante mal estado para ser una compañía tan conocida.

Desde el avión veíamos el paisaje árido y marrón característico del país, y un pico de adrenalina recorrió nuestros cuerpos. Tras aterrizar, fuimos a sacar el visado (os lo explicamos aquí), pasamos el control de pasaportes e inmigración, y un amigo de Mohammed nos estaba esperando en la parte de salidas para llevarnos en una mini van hasta nuestro hotel en Gyzha.
Pegados a las ventanillas, así pasamos todo el camino. El sol empezaba a caer sobre la enigmática ciudad de El Cairo a la vez que nosotros íbamos asimilando que realmente estábamos allí, cumpliendo un nuevo sueño viajero. Apreté la mano a John y fue inevitable esbozar una sonrisa al volver a ver esa cara de «estar disfrutando de la vida».

Todo nos llamaba la atención, especialmente el tráfico caótico de la ciudad. A modo de puntualización os comentaremos un par de cositas para complementar la información: apenas tardamos en salir del aeropuerto, ya que todos llevábamos mochilas sin facturar. El sol se pone alrededor de las 17h y tardamos aproximadamente una hora en llegar desde el aeropuerto a nuestro hotel en Gyza.

Tras una hora de trayecto, por primera vez, vislumbramos las pirámides a lo lejos entre la calima y el caos de la ciudad. Todos en el coche empezamos a chillar ¡¡allí!! ¡¡allí!! ¡¡las pirámides!! De verdad que esa primera vez que las vimos fue super emocionante, daría todo lo que fuera por volver a vivir ese momento 🙂


Sobre las 18:30h llegamos a nuestro hotel, el Pyramids View Inn, que como su nombre indica, estaba justo enfrente de las mismas, vais a alucinar tanto como nosotros con las vistas que tenía. Hicimos el check-in, dejamos las cosas en nuestras respectivas habitaciones y nos fuimos cenar con Mohammed, nuestro contacto en Egipto (aquí tenéis toda la información para contactar con Mohammed y nuestra experiencia).
Pasamos una velada super agradable con Mohammed y Amro, el que sería nuestro guía al día siguiente

Mohammed nos invitó a cenar en el restaurante Abou Sahara Restaurants, uno de los que mejores vistas tienen a las pirámides. Verlas iluminadas de noche mientras cenábamos era un sueño. Nos pedimos pollo a la brasa, y realmente estaba delicioso, recomendamos este restaurante al 100% por la relación calidad / precio que tiene y esa maravillosa localización.
Al volver al hotel, nos subimos corriendo a la terraza, ya que desde allí íbamos a tener unas vistas privilegiadas del espectáculo de luces.

Tumbados en las hamacas con un delicioso té en la mano, estábamos dispuestos a disfrutar de uno de los momentazos del viaje. Los egipcios actuales, orgullosos por lo que hicieron sus antepasados, han decidido honrarles con un impresionante espectáculo de luz y sonido, para mostrar a los turistas la historia de su país.
El evento se inicia con la iluminación de la esfinge, mientras se explica la historia de las pirámides y quienes las construyeron. Mediante rayos láser y proyecciones de luz sobre el Templo de la Momificación, las paredes de las pirámides, la arena del desierto y la esfinge misma, se despliega un resumen de la historia de la cultura egipcia. Con la incorporación de música de fondo, se consigue una atmósfera que ayuda a dejarse llevar por la voz de la esfinge, llena de dramatismo y misterio.

El evento se realiza cada día, pero el horario varía dependiendo entre invierno o verano: en invierno es a las 18:30, a las 19:30 y a las 20:30, mientras que en verano es a las 20:30, a las 21:30 y a las 22:30 cada día.
Las audiciones en español solo se difunden los lunes de 20:30 a 22:30 y los sábados de 19:30 a 21:30. En verano son los mismos días pero empiezan a las 21:30 el lunes y a las 22:30 el sábado. La duración del espectáculo es de 1 hora y las entradas cuestan menos de 10€ (nosotros lo vimos gratuitamente desde la terraza del hotel, a la cual podéis ir a cenar o a tomar algo sin la necesidad de estar hospedados).

Esa noche dormimos plácidamente, ya estábamos allí, ahora solo nos quedaba disfrutar. El despertador sonó a las 5am, queríamos subir a ver el amanecer en la terraza, así que no lo dudamos ni un segundo, era un sueño estar allí. Aunque el sol sale por el lado contrario, ver como la oscuridad se va y los primeros rayos de sol iluminan las pirámides hace que tu corazón se acelere de la emoción.
A las 7 menos cuarto nos sirvieron el desayuno en la terraza, para mí fue el mejor desayuno de todo el viaje, y no solo por las vistas que teníamos, que eran alucinantes, sino por la dedicación, la variedad y el cariño que se notaba que habían puesto en su elaboración (el desayuno entraba incluido con la noche de hotel).

A las 07:15h, Amro (nuestro guía con el que cenamos ayer junto a Mohammed) estaba esperándonos en la recepción del hotel. Queríamos estar en la entrada de las pirámides a las 07:30h, ya que habíamos leído que las entradas a las pirámides son limitadas por día. Nos subimos a nuestra furgonetilla, y como clavos, a las 07:30h estábamos allí.
Amro sacó nuestros tickets (precios de todas las entradas, aquí), mientras nosotros estábamos en la cola de entrada. Había mucha más gente de la que esperábamos, unas 500 personas ingresaban a la vez que nosotros. Nada mas entrar Amro nos hizo sumergirnos en la increíble historia de este lugar con sus explicaciones.

Con cuatro mil quinientos años de antigüedad, las Pirámides de Giza son el principal monumento de Egipto y uno de los más antiguos del mundo entero. Junto a ellas se encuentra la Gran Esfinge, otra construcción monumental cuyo perfil es mundialmente reconocido. Las pirámides son las tumbas monumentales de los faraones egipcios, que se preparaban para convertirse en dioses en la otra vida. Los templos gigantescos en los que fueron enterrados son parte del ritual que los guiaría a completar su destino más allá de la muerte.
Nada mas entrar al recinto, nos encontramos con la pirámide de Keops, que es la más grande de todas. Mide 147 metros y se calcula que se utilizaron más de dos millones de bloques de piedra para construirla, cada uno de los cuales pesa entre 2,5 y 15 toneladas. Antiguamente estaba recubierta en grandes bloques de piedra caliza, pero un terremoto de principios del siglo XIV desprendió gran parte de su acabado. Actualmente solo se halla cubierta la punta de la pirámide.
Esta es la única de las tres pirámides a la que se podía ingresar, la entrada son 300 libras egipcias (unos 14€, si llevas carnet universitario te hacen un 50% de descuento). Durante la visita a la pirámide se puede observar el sarcófago y la barca funeraria de Keops, que sería la encargada de llevar al faraón en su viaje al más allá.

La pirámide de Kefrén, hijo de Keops, forma parte de un complejo funerario más amplio que incluye también una calzada procesional, el Templo del Valle y la Gran Esfinge. Durante un tiempo se creyó que era más grande que la pirámide de Keops, aunque actualmente se sabe que esto era solo un efecto provocado por la posición en el terreno y la inclinación de sus caras (para ir de una a otra fuimos en nuestra furgoneta).
La tercera pirámide, pirámide de Micerino, es de dimensiones notablemente más reducidas que las otras dos. Fue construida aproximadamente en 2490 por el faraón Micerino y estaba vinculada a un templo funerario mucho más complejo. En la antigüedad se hallaba revestida con bloques de granito rosado y piedra caliza.

No concebimos la visita a las pirámides sin un guía privado, ya no solo porque de esta manera te enterarás mucho mejor de todo lo que estás visitando y serás capaz de sumergirte en su historia. Sino porque él conoce como se mueven las masas de turistas, te lleva a lugares o miradores increíbles que no todo el mundo conoce, y te sirve como protector ante los cientos de timadores que hay en el recinto.
Os van a pedir dinero por todo: por haceros una foto, por hacerle una foto al camello, por hacerte una foto con un pañuelo en la cabeza…. Consejo: evitar si no queréis pagar.

Vimos a muchísima gente, por no decir prácticamente todo el mundo, que alquilaba camellos para ir hasta el mirador de la foto superior. Nosotros nos negamos rotundamente, y Amro nos apoyó, aunque confeso que hacía 15 años que no hacía ese recorrido caminando bajo ese sol abrasador.
Fueron unos 35/40 minutos hasta llegar a lo alto del mirador, con la calor que hacía ya a las 9:30h de la mañana. Pero cuando llegamos allí arriba fue tan gratificante, y lo mejor, manteniéndonos fieles a nuestros ideales.

Así como iban pasando las horas, la cantidad de visitantes iba aumentando, y antes de ir hacia la gran esfinge, paramos en el último mirador de las pirámides, muchísimo más concurrido que el anterior.
La gran esfinge es la puerta de salida de la visita al complejo. Tantas veces la habíamos visto en los libros de historia y ahora estábamos frente a ella (pelos de punta). Los que construyeron la Gran Esfinge de Guiza fueron los antiguos egipcios y se cree que fue sobre el año 2.500 a.C. Para su construcción se empleó roca extraída de la misma llanura de Guiza, y se remonta probablemente al reinado de Quefrén (hacia 2520-2494 a. C.), en pleno Imperio Antiguo Egipcio, ya que se alza junto a la avenida y el valle de la célebre pirámide de Kefrén.

Sobre las 11h terminamos nuestra visita al recinto. Os aconsejamos llevar a vuestra visita: bastante agua, protector solar, abanico, gafas de sol y ropa cómoda. Ya que a medida que va avanzando la mañana aumenta muchísimo la calor, y eso que nosotros visitamos el lugar a finales de Octubre.
De vuelta a nuestra furgoneta, ya refugiados de la calor, pusimos rumbo a la siguiente parada del día, el complejo de Saqqara. Ésta, es una gran necrópolis de los faraones del primer imperio y es famosa por tener la primera pirámide, la conocida como pirámide escalonada. La pirámide escalonada es el monumento de piedra más antiguo del mundo. Fue construido por Imhotep para el faraón Zoser en el 2650 a.C.
Al llegar al recinto primero puedes visitar el Museo de Imhotep, que es un pequeño museo que hay en el centro de visitantes donde se compra la entrada (Amro nos compró la entrada mientras nosotros lo visitábamos).

La pirámide escalonada no se puede visitar, ya que su interior está en bastante mal estado. La misma está rodeada de una muralla y un conjunto funerario (es aconsejable combinar esta visita con la pirámide de Dashur, aunque a nosotros no nos dio tiempo porque la cerraban a las 12:30h).
Así que nos fuimos en nuestra furgoneta hasta la necrópolis, para visitar la tumba de Mereruka (a la que entramos hasta la cámara funeraria gratuitamente) y la pirámide de Teti (el resto estaban cerradas al público).

La última parada de la mañana, antes de ir a comer, fue el Museo de Menfis. En la zona donde se erigió la ciudad de Menfis, actualmente se encuentra el museo denominado Mit Rahina. Conteniendo una gran esfinge, varias estatuas colosales de Ramsés II y otros restos arqueológicos, resultado de varias excavaciones.
Su entrada cuesta 60 libras egipcias, y su atracción principal y más impresionante es la gran estatua de Ramses II que hay en su interior. Os aconsejamos subir al segundo piso para haceros una mejor idea de sus dimensiones ¿podéis ver lo chiquitito que se le ve a John a su lado?

Tras finalizar nuestra visita, nuestros estómagos empezaron a rugir, ya eran las 13:30h del mediodía y no habíamos comido nada en toda la mañana. Amro nos llevó directos a un restaurante, que a parte de estar delicioso, tenía unas vistas espectaculares a las pirámides.
Allí nos encontramos de nuevo con Mohammed, el cual se preocupó por como nos había ido el día y nos explicó muchas mas cosas del lugar. Aprovechó para informarnos de que nuestra motonave pactada no había podido ser por cuestión de horarios, y que nos haría un upgrade por el mismo precio a otra distinta. Al principio, desconfiamos, pero al día siguiente al llegar a la misma vimos que tenía razón.

Vuelta a nuestro hotel frente a las pirámides, nos dejaron una habitación familiar para ducharnos, ya que esa noche nos tocaba dormir en un tren y llevábamos una buena sudada de todo el día (se portaron super bien con nosotros).
Hasta las 17.45h no habíamos quedado con Amro para que nos acercaran hasta la estación de trenes de El Cairo, así que una vez duchados nos subimos a nuestra querida terraza del hotel a ver uno de los atardeceres más increíbles de nuestras vidas tumbados en las hamacas (a las 16:40h se iniciaba el atardecer, así que pudimos disfrutar de él hasta que se hizo completamente de noche).

Desde Giza hasta la estación de trenes tardamos aproximadamente una hora (este trayecto estaba incluido en el precio que habíamos pactado con Mohammed). Nuestro tren era el número 86 sleeping train, que salía de El Cairo las 19:45h (aunque se retrasó media hora) y llegaba a Aswan a las 9h .
El tiempo que esperamos en la estación no nos sentimos nada inseguros, hay policías dedicados exclusivamente a la protección del turista, y te hacen enseñarle el billete, te dicen donde te has de colocar y entablan conversación contigo. Además hay muchos turistas mas como tú que van a hacer el mismo recorrido.

El trayecto cuesta 80€ por persona en cabina doble, nuestros billetes nos los sacó Mohammed antes de que fuésemos y se los pagamos la noche anterior cuando cenamos juntos.
Nuestra cabina y la de nuestros amigos estaban unidas por una puerta. Fue una experiencia muy guay, nos dieron cena y desayuno bastante aceptables dentro de lo que cabe, aunque eso sí, los baños comunes estaban bastante sucios y el tren se movía mucho por la noche, en algunos momentos pensábamos que íbamos a descarrilar 😛

Y aquí terminan nuestros primeros pasos por Egipto, mañana llegaríamos a Aswan, para iniciar un recorrido sobres Nilo por los antiguos templos egipcios ¿os lo vais a perder? En nuestro perfil de Instagram encontraras todas las «stories» de nuestro viaje en «destacadas» ¡¡no te los pierdas!! Muchas gracias por acompañarnos en cada aventura ¡¡nos vemos en la próxima!!
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Además, os adjuntamos los enlaces de todo nuestro «EQUIPO FOTOGRÁFICO VIAJERO»:
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Objetivo de la cámara: Canon EF-M 18-150 – Objetivo para Canon EOS M5, EF-M 18-150 mm f/3,5-6,3 IS STM, Negro
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Cámara acuática y de acción: GoPro Hero6 Black – Videocámara de acción (4K, 12 MP, resistente y sumergible hasta 10m sin carcasa, pantalla táctil 2″), Negro.
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Estabilizador de la cámara de acción: GoPro Karma Grip – Palo estabilizador para la cámara, Negro
Un par de puntualizaciones con datos de abril del 2019. A la pirámide de Kefrén se puede entrar y es algo más económica que la de Keops.
La tumba de Mereruka tiene entrada aparte. Si no recuerdo mal son 80 libras egipcias (unos 4 euros al cambio)