Sri Lanka Día 5: Subida al Pidurangala + Cuevas de Dambulla


La verdad que no ha sido la mejor noche del viaje, nos han comido los mosquitos y no hemos podido dormir muy bien, pero ¡no pasa nada! Hoy por fin vamos a ver con nuestros propios ojos la famosa Roca del León, nos vamos a alojar en un Resort para celebrar el cumple de John y conoceremos las increíbles Cuevas de Dambulla, patrimonio de la humanidad desde 1991 ¿os subís al Tuk Tuk con nosotros? 😛

No nos costó nada levantarnos, estábamos deseando salir de la Guest House Ruins Villa, aunque a su favor diremos que levantarnos en mitad de la naturaleza fue precioso. Nos arreglamos y subimos todas las mochilas al Tuk Tuk (previamente John lo había fumigado, porque por las noches se llenaba de bichitos y mosquitos) y como no nos entraba el desayuno, pusimos rumbo al monte Pidurangala.

John subiendo las mochilas al Tuk Tuk

Nos quedaban 53Km por delante, lo que se traduce en 1h y media en Tuk Tuk. Nos hacía falta cambiar dinero y comprar algo para desayunar, así que a la altura de Giritale nos paramos en un puesto callejero y compramos unos batidos de chocolate (allí se llaman Milo) y un paquete de galletas para los dos. También vimos que el Bank of Ceylón abría a las 9h, así que hicimos un poco de tiempo y aprovechamos para cambiar dinero (cambiamos 400€ a 1€: 156 Rupias). Cuando vas a cambiar dinero en los bancos, te hacen firmar muchísimos papeles y tardas bastante, con los días descubrimos que es mejor ir cambiando pequeñas cantidades (unos 100€) en locales pequeños (joyerías, zapaterías…), ya que es mucho más rápido y te hacen mejor cambio (1€: 159 Rupias).

Entrada al Pidurangala

Sin apenas darnos cuenta, estábamos en las puertas del monte Pidurangala. Si vais por vuestra cuenta al igual que nosotros, tenéis que poner en la App MAPS.ME: Pidurangala Climb entrance, y os llevará hasta la entrada. En la misma, hay unos dos o tres puestos de comida, dejamos el Tuk Tuk aparcado, y con la mochila en la espalda bien cargada de agua iniciamos la subida. Antes de iniciar el Trekking, pasamos por un templo budista, donde tuvimos que sacar las entradas para acceder al camino que te lleva hasta lo alto del monte (nos costó 500 Rupias por persona).

Buda reclinado de camino a la cima del Pidurangala

Para entrar a las cuevas hay que llevar hombros y rodillas tapados, tanto chicos como chicas. Una vez con la visita hecha, iniciamos el Trekking. No es complicado, solo que hay bastantes escalones, pero cada uno a su ritmo, nosotros pensamos que es accesible para todo aquel que tenga un mínimo de forma física (en el video de nuestro canal de Youtube podéis ver la parte más complicada) . No te perderás, y si te equivocas, tan solo has de volver hacia atrás y seguir por las otras escaleras, es fácil. La cosa se complica un poco al final, ya que has de trepar por las grandes rocas siguiendo las marcas rojas que hay en las mismas, sobretodo la última roca antes de alcanzar las maravillosas vistas de la Roca del León.

Vistas de Sigiriya desde Pidurangala

¡¡ALUCINAMOS!! Estábamos extasiados pero maravillados de lo que estaban viendo nuestros ojos, además estaba todo despejado y teníamos una vista panorámica espectacular. Recomendamos esta visita al 100%, no puede faltar en vuestro itinerario si estáis planeando visitar el país. Tras un buen rato allí arriba, la barriga nos empezó a rugir, eran las doce del mediodía y solo habíamos comido un batido y un par de galletitas. En el camino de vuelta vimos una súper serpiente venenosa en una de las ramas que nos habíamos apoyado para subir y ¡¡casi me da un patatús!! Madremia, aún se me ponen los pelos de punta cuando lo recuerdo, ¡¡Tener mil ojos al subir!!

Nuestro hotel en Sigiriya

Tardamos unos 20 minutos en llegar a nuestro maravilloso hotel en Sigiriya (ALOJAMIENTO EN SRI LANKA), aparcamos el Tuk Tuk dentro del recinto (los trabajadores de allí fliparon al vernos llegar jejeje) e hicimos el check-in. Mientras esperábamos a que nos dieran la habitación, nos invitaron a pasar a la terraza, que tenía nada más y nada menos que las vistas que tenéis en la foto de arriba. Nos trajeron una toalla húmeda y un zumo natural de Lima bien fresquito que estaba para morirse de rico. Una vez nos dieron la habitación, que por cierto era una chulada, nos dimos una ducha y nos fuimos sin pensarlo dos veces al comedor ¡Nuestros estómagos rugían!

Comiendo en el hotel Sigiriya

¡Qué bien me sentaron esos espaguetis a la boloñesa con él hambre que tenía y lo poco que había comido esos días! Con las barrigas bien llenitas pusimos rumbo a Dambulla, para visitar sus famosas Cuevas. Hasta allí habían unos 20km, unos 30 minutos en Tuk Tuk. Disfrutamos mucho del camino y vivimos por primera vez el tráfico caótico del país al pasar por la cuidad de Dambulla.

Cuevas de Dambulla

Se trata de un lugar Patrimonio de la Humanidad desde 1991, en la parte central de Sri Lanka, en el distrito de Matale, Provincial Central de Sri Lanka. Es un complejo de 5 cuevas con templos en su interior, son las más grandes y mejor conservadas de Sri Lanka. La entrada se caracteriza por tener un gran dragón / demonio dorado, hoy en día su entrada es gratuita, y no os debéis olvidar de ir con los hombros y las rodillas cubiertos. No contamos los escalones que hay para llegar hasta arriba, aunque os avisamos que no son pocos jejeje durante todo el camino, vas acompañad@ de unos traviesos monitos que hacen más entretenida la subida.

Aquí están los dueños del recinto

Una vez arriba, has de dejar los zapatos en una especie de puesto en la entrada (al recogerlos tendrás que pagar un módico precio por la custodia, fastidia un poco, pero al fin y al cabo no es nada y la entrada es gratuita). El templo está compuesta por cinco cuevas de tamaños y magnificencia variados. Las cuevas, construidas en la base de una roca de 150 metros de altura en las épocas Anuradhapura (siglo I a. C. a 993) y Polonnaruwa (1073 a 1250), son con diferencia las más impresionantes de los muchos templos en cuevas que se encuentran en Sri Lanka.

Cuevas de Dambulla

Desde lo alto de la Roca de Dambulla, hay una vista panorámica de las llanuras circundantes, que incluye la fortaleza de la roca de Sigiriya, a 19 km, y que son impresionantes. A nivel personal, estas cuevas nos gustaron muchísimo, además de sorprendernos bastante. Nunca pensamos encontrar tanta cultura en nuestro primer viaje a Asia, Sri Lanka nos estaba sorprendiendo a cada paso, y nos hacía sentir más vivos que nunca.

Cuevas de Dambulla

De vuelta al hotel, vimos a unos chicos jóvenes jugando a boley frente a la roca del León, y al pasar con el Tuk Tuk empezamos a escuchar gritos, ¡Nos estaban diciendo que parásemos a jugar con ellos! Y a nosotros que poco nos hace falta, aparcamos el Tuk Tuk y para allá que nos fuimos.

¿Acaso esto no es la magia de viajar?

Una imagen vale más que mil palabras, y esque este es uno de los recuerdos más bonitos que tenemos de este país; las cosas improvisadas son las que llenan de magia los viajes, las que te hacen conocer a su gente de una manera más cercana y aumentan la ilusión por seguir con este sueño: VIAJAR. Mientras John se lo pasaba en grande y yo le hacía un reportaje de fotos, se me acercó un hombrecillo de un puesto callejero que hacía cajitas de aluminio con tallas de elefante y entablamos una bonita conversación. Tenía interés por conocer porqué habíamos decidido viajar a su país, de dónde veníamos, saber cómo era Europa… le conté que ayer había sido el cumpleaños de John, y antes de irnos, se volvió a acercar a nosotros y nos regaló una cajita y una chapita con el nombre de John y un elefante tallado ¿Qué cara se te queda ante esto? ¿Qué haces? pues nos dejamos llevar por nuestros impulsos y le dimos un abrazo que nos salió del corazón SONRISAS.

Vaya vistas ¡Esto no se paga con dinero!

Llenos de felicidad nos fuimos de vuelta al hotel, que estaba al final de la calle, nos pusimos los bañadores y nos tiramos a la piscina ¡Qué gustazo! Nos habían dicho que había buffet libre para cenar ¿¡cómo!? nos arreglamos un poquito y nos fuimos a disfrutar de una buena cena, donde probamos por primera vez el Watalappan, un postre típico Ceylandés (TIPS PARA ORGANIZAR TU VIAJE A SRI LANKA Y MALDIVAS (II)). Al terminar, nos conectamos al wifi en el hall del hotel para avisar que seguíamos por el mundo y nos fuimos a dormir, al día siguiente tocaba subir a la gran Roca del León y hacer ¡nuestro primer Safari!

 

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